Hommy Martínez y Andrea Cruz son mejores amigos, ambos se encuentran en las afinidades que comparten: el café, el psicoanálisis,  las relaciones humanas, la naturaleza y una genuina preocupación hacia el sentido de vitalidad y agencia que la vida les brinda la posibilidad de experimentar. Pero, ¿qué ocurre cuando esto se ve atravesado por las violencias estructurales, las desigualdades sociales, el cambio climático y el desencanto hacia las políticas culturales que limitan los derechos y las capacidades del ser y del vivir?

Del cruce entre preguntas, dudas y afectos, fue germinando Villa Julita, propiedad de Zuleika Rivera, quien con mucha ilusión abrió su hogar de infancia a las posibilidades de encuentro y creación colectiva.

Proyecto vivo, porque se mueve y se transforma con ellos y con cada persona que atraviese la casa.

Como pilares del proyecto proponen:

• Una filosofía política enraizada en la bioculturalidad, como eje de los proyectos comunitarios y sociales que se desarrollen en la casa.

• La cooperación intermunicipal, interdisciplinaria e intergeneracional como forma de generar juntanzas, creaciones y compartires.

• Un hogar que indague en las memorias y se atreva a imaginar otros saberes, entrelazados con las artes, el conocimiento, la educación, la salud y todo aquello que dialogue con la sociedad y la vida cultural.

El hogar son ustedes, somos nosotros.

Puerto Rico, nuestra casa.